domingo, 20 de noviembre de 2016

Reproducción del proyecto

En los estudios preliminares para saber si había alguna investigación relacionada con su tema, Rubio y su equipo detectaron que en la industria de la fotoluminiscencia la generación de este tipo de luz se enfocaba en la industria del plástico, de juguetes y aparatos eléctricos, y la industria del cemento estaba abandonada y ahí radica su potencial.


Según el investigador, la producción anual de cemento a nivel mundial es unos 4 billones de toneladas y este elemento, después del agua, es considerado el material más utilizado por la sociedad, por lo que es importante darle mayor funcionalidad.


La investigación se financió con el apoyo de la casa de estudios y tuvo una inversión de aproximadamente 50 mil pesos.
Tras sus investigaciones Rubio decidió que su principal objetivo era hacer fosforescente el cemento; es decir, darle “cierta capacidad de absorber luz” y esa característica se obtiene mediante por un proceso de policondensación de materias primas.


“Buscamos que la luz penetre el material hasta cierto nivel. En el caso del cemento convencional, el Portland, no tiene esa capacidad ya que cuando la luz llega a la superficie no penetra”, explicó.
La absorción de luz que Rubio buscaba darle al cemento, la principal modificación y contribución a la tecnología, era parcial y no total; no trataba de hacer el cemento transparente, pero sí cambiar esa posibilidad en su interior.
Para ello modificaron las características del cemento para que absorbiera “hasta ciertos niveles de su superficie energía y luz, las ondas electromagnéticas, para que se cargara y posteriormente pudiera emitir luz”.


El especialista en materiales por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Unidad Querétaro, indicó que cualquier fuente de luz que el material reciba es capaz de “cargar” al cemento.
Pero cuanto mayor sea el nivel de intensidad es mejor, y en este caso la luz solar cumple con esa capacidad, además de que en su espectro abarca la luz ultravioleta, la de más provecho para sus propósitos.


Mediante la modificación que le practicó al cemento, Rubio evitó la deformación, decoloración y cristalización que se da regularmente en la industria del plástico, y de paso le dio fortaleza a su cemento, el cual tendrá una duración de 100 años, ya que la radiación solar no le hace absolutamente nada.



No hay comentarios:

Publicar un comentario